La figura del autopromotor en proyectos fotovoltaicos permite desarrollar pequeñas y medianas instalaciones sin depender de grandes empresas eléctricas. El primer paso es estudiar la viabilidad de la conexión a la red y elegir un terreno con buena irradiación y proximidad a la infraestructura eléctrica. Deberás obtener licencias urbanísticas, la autorización administrativa previa y de construcción, y tramitar la inscripción en el registro de autoconsumo.
El aspecto económico es clave: puedes financiar el proyecto mediante recursos propios, créditos bancarios verdes o acuerdos de financiación mediante terceros. También es posible acogerse a ayudas y subvenciones regionales para instalaciones fotovoltaicas, así como beneficiarte de deducciones fiscales en el IBI o el IRPF si cumples los requisitos.
Para el diseño, valora diferentes configuraciones de paneles, estructuras fijas o con seguidores y sistemas de almacenamiento. Contar con un equipo de ingeniería especializado garantizará que el parque alcance su máximo rendimiento y cumpla con la normativa vigente. Un mantenimiento periódico y la monitorización de la producción también son esenciales para asegurar la rentabilidad del proyecto.